Alma Cristal Barraza es la única mujer trans que trabaja en el SAME y es operadora del 107 en Mar del Plata. En las últimas horas, la trabajadora se convirtió en la salvadora de Marcos, un bebé de 22 días, que no respiraba por sus propios medios.
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Los padres acudieron a un Centro de Operaciones y Monitoreo de la ciudad durante la madrugada del domingo del 10 de abril porque su hijo no respiraba. La mujer, al ver la situación, comenzó a hacerle maniobras de reanimación cardiopulmonar para tratar de salvar al pequeño. Pocos minutos después, Marcos recuperó sus signos vitales y fue trasladado a un hospital de la zona, donde se recupera favorablemente.
Todo quedó registrado en una cámara de seguridad del centro de operaciones, donde se puede observar a los padres ingresar con un bebé en brazos, desesperados al descubrir que no respiraba y posteriormente, el rápido accionar de Barraza.
“La madre estaba en shock, ni lloraba ni podía hablar. Al principio no se veía que trajeran un bebé en brazos, era muy chiquito y todo fue muy rápido. Pero cuando entran, el padre repetía ‘salvale la vida a mi hijo’”, reveló sobre la situación en diálogo con Télam.
La trabajadora trans pensó, en un primer momento, que se trataba de un bebé recién nacido pero cuando lo tuvo en brazos se dio cuenta que tenía algunos días más pero advirtió que “no respiraba, estaba totalmente quieto, ahogado y morado”.
“Le hice las maniobras de RCP para casos de recién nacidos, que no es lo mismo que para infantes, con el miedo constante de no excederme en la fuerza porque era muy chiquito. Deben haber sido segundos, pero pareció una eternidad. Entonces el nene hizo un pequeño gemido por un masaje en la columna. Después exhaló, sentí que volvía a ingresar oxígeno, y de a poco empezó a responder con gemidos más largos”, detalló.
Tras la reanimación, el bebé fue trasladado al Hospital Materno Infantil, donde ingresó con signos vitales y evoluciona favorablemente. Según pudieron constatar, Marcos sufrió una broncoaspiración cuando era alimentado por su madre durante la madrugada, lo que derivó en un paro cardiorrespiratorio.
“Hice lo que me salió hacer, no sé si bien, mal o perfecto, pero recién cuando supe que el bebé estaba bien en el hospital y el caso se hizo público me sentí realmente aliviada por haber podido ayudarlo”, cerró la trabajadora del SAME.
