Jorge Ríos, el caso del jubilado que mató a un ladrón en Quilmes conmocionó a la sociedad. El hecho que ocurrió el 17 de julio, comenzó en una nueva etapa de la justicia y una pericia balística lo favoreció en la hipótesis de la legítima defensa. Ríos espera la determinación de la justicia en libertad. El herrero fue violentamente asaltado por cinco ladrones que ingresaron a su domicilio y uno de ellos falleció producto de un disparo emitido por el jubilado.
El peritaje fue realizado sobre la ropa que vestía el asaltante fallecido Franco Martín Moreyra, alias “Piolo”, el cual fue realizado por el Instituto de Ciencias Forenses de Lomas de Zamora en la causa que tiene a Ríos como imputado sin prisión preventiva como autor del delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”.
Según el peritaje, revelado por Télam, los disparos efectuados por el jubilado se efectuaron “a una distancia superior a los 50 centímetros”, y que en las prendas analizadas “no se observaron restos de pólvora, ahumamiento o quemaduras” producidas por un arma de fuego.
Para Fernando Soto, abogado del jubilado, esta pericia demuestra la legítima defensa. “Este resultado, unido al de la autopsia, nos da la prueba de que los disparos no fueron producidos en el lugar donde fue hallado el cuerpo. Si (los disparos) fueran al lado, (Moreyra) necesariamente tendría que tener restos de pólvora en el cuerpo o en las ropas. Además, no hay registros de disparos en el lugar del hecho".
Según la autopsia, Moreyra falleció producto de dos disparos: uno en el tórax y otro en la región abdominal que le causó la muerte. Según el abogado, los disparos peritados son de cuando Moreyra escapaba hacia la casa vecina, “por la distancia, la trayectoria y porque no atraviesa el cuerpo". El abogado irá adelante con las próximas medidas para pedir el sobreseímiento del jubilado.
