Yanina Latorre, ya está a punto de regresar a Buenos Aires, luego de unas vacaciones en familia en Miami, donde aprovechó para vacunar a su mamá Dora que, por su edad, es paciente de riesgo. Pero una vez que hizo pública su decisión, a la panelista de Los Ángeles de la Mañana le llovieron las críticas, lo que la obligó a dar explicaciones.
Este jueves, en diálogo con Ángel de Brito para su programa “El Espectador”, de CNN Radio Argentina, la angelita contó cómo fue todo el proceso para la segunda dosis.
“Fue todo exactamente igual que la primera vez, pero más rápido. La segunda vez no te dan horario. La primera sí, tenía turno a las 12, pero se ve que se viene atrasando porque estuve más de cuatro horas. Hoy llegué 7:45, esto abre a las 8:30, y la habrán vacunado a las 10. Una hora y media entre la burocracia, rápido, la fila muy ordenada, en el mismo lugar”, empezó contando Yanina.
Y prosiguió: “Lo único que te piden es la tarjeta con tu vacuna y con la fecha de vacunación, y ahí lo mismo: van pasando personas con un iPad, que te van haciendo preguntas de nombre y apellido, dirección, etc., te dan formularios para aceptar que ya estás vacunada, y lo que noté, es que, a diferencia de Buenos Aires, está todo muy cuidado y protegido, están todos con guantes. Yo acá sentí que está todo muy cuidado y protegido”.
Documento
Luego, Yanina contó que cada persona vacunada recibe un documento que certifica que ya recibió las dos dosis: “Además, a mamá le dieron como una tarjetita con sus datos que es un documento anti covid, por más que todavía acá no hay legislación. Se supone que, con eso, mamá nunca más va a tener que hisoparse para entrar a un país, ni para salir”.
Y agregó: “Esta vez, hicieron esperar a mamá 15 minutos post vacuna, porque se supone que es el momento que te puede agarrar una reacción de algo. La vacuna es rapidísima, no duele, mamá está impecable, fuimos a tomar cafecito para festejar”.
Para terminar, Yanina comparó la situación en Miami con la de la Argentina: “Yo noto que en Buenos Aires la gente se volvió mucho más agresiva que el año pasado, que nadie respeta nada, que son todos quilombos, fiestas clandestinas, se descontroló todo. Y que la gente sube a los aviones para volverse sabiendo que tiene covid, como poco respeto ante el otro. Y acá es distinto, a pesar de los casos que tienen”.
