Otro día perdido, el ciclo que conduce Mario Pergolini, dejó un momento inesperado y lleno de ternura. El periodista y médico Nelson Castro fue sorprendido en vivo por Rada, quien le realizó un truco de magia casero que lo transportó a su infancia.
Todo comenzó con un comentario de Castro sobre su admiración por los magos: “Mirá, me encantan los magos y alguna vez hubo quien me quiso contar algún truco de mago. Le digo, no, no me quiten esa ilusión”.
Ante esas palabras, Rada decidió recrear un acto de magia similar al que solía disfrutar de chico junto a su tío: el truco del pastillero y la taza de té.

Así es el truco de la infancia de Rada que le enseñó su tío
Rada tomó un pastillero, unas monedas y una taza de té, elementos cotidianos que fueron clave en la ilusión. Colocó las monedas dentro del pastillero, lo tapó con la taza y, después de algunos movimientos, mostró cómo desaparecían misteriosamente del recipiente para aparecer debajo de la taza.
La reacción de Castro fue inmediata: “¡Qué magnífico! Y que las monedas viajaban exactamente abajo. ¡Chapeau!”. El truco, sencillo en apariencia, estaba cargado de valor emocional, ya que evocaba el recuerdo de las meriendas en casa de su tía Tita y su tío Juan, quien acostumbraba a repetir ese mismo juego de magia para él.
El momento no quedó ahí. Rada continuó con otra ilusión clásica: cuatro monedas ubicadas en distintas esquinas de la mesa, cubiertas con cartas de póker, que iban apareciendo mágicamente juntas en un solo lugar. “Si pestañás, te lo perdés”, repitió, citando la frase con la que su tío solía decirle mientras hacía el juego de cartas.
El gesto de Rada no solo provocó la risa de todos los presentes, sino que también generó una conexión emocional con el invitado. Castro definió la experiencia como “muy sencilla, pero muy valiosa”, en alusión a cómo un simple truco puede convertirse en un recuerdo imborrable.