La guerra del streaming vuelve a tener un nuevo capítulo que enfrentó a Nico Occhiato, dueño de Luzu TV, y a Migue Granados, representante de Olga, y volvió a poner en escena el conflicto por los bots. Todo comenzó cuando el usuario de X, @RealTimeRating, compartió unas métricas e hizo un comentario que encendió la polémica.
“Para analizar: Olga lideraba la tarde y Luzu TV sube repentinamente 17.000 en minutos sin ningún contenido diferente al que tenía, en una hora donde suele bajar”, dijeron junto a un gráfico de métricas y el salto que tuvo el canal de Occhiato en pocos minutos.
Inmediatamente, Granados salió con todo y disparó: “Chicos, disimulen. ¿En un minuto?”. En medio del debate, Occiato salió a aclarar los tantos y puso en duda la situación: “A esta hora solemos tener siempre 15.000 menos de audiencia. Nos mandaron bots y esta cuenta sube esto a los dos minutos, muy raro todo… nosotros no estamos compitiendo con nadie, no nos interesa ganarle a nadie ni andamos alardeando números”, sostuvo.
Si bien Nico no suele contestar a las provocaciones y cuestionamientos por los números, en esta oportunidad decidió salir a decir lo suyo. En Puro Show incluso compartieron detalles de un nuevo mensaje en donde Occhiato aclaró el tema de las métricas y los bots.
En el programa hablaron sobre la pelea entre ambos streamings y profundizaron en la problemática sobre los números de audiencia y las mediciones. “Son bots reales o Youtube les manda visualizaciones para competirle a la tele?”, se preguntó Pampito. “Lo que es claro es que no hay onda entre ellos dos, no se bancan”, acotó Matías Vázquez. Pero, ¿qué son los bots y que rol cumplen?

Qué son los bots que causaron un nuevo cruce entre Nico Occhiato y Migue Granados
Según el sitio web filmora.wondershare.es, muchos creadores recurren a bots para simular popularidad en sus videos. La idea es generar la ilusión de que el contenido ya fue visto por una gran audiencia, apelando así al fenómeno de la prueba social: si muchos lo vieron, debe ser bueno. Sin embargo, esta práctica va en contra de las normas de la mayoría de las plataformas.
El principal atractivo de los bots radica en su velocidad y simplicidad de uso, aunque no son gratuitos. Hay empresas que, por una suma accesible, pueden agregar cientos de espectadores en vivo. También circulan rumores que aseguran que, para acceder a este tipo de servicios, es imprescindible contar con una página web desde la cual se redirige al usuario a un reproductor externo. Allí, se puede adquirir una cantidad determinada de bots que permanecen conectados durante unos minutos antes de desaparecer.
Según expertos, se pueden usar bots con intenciones maliciosas para perjudicar a un competidor, y este tipo de prácticas, aunque difíciles de probar, existen en el mundo digital. Algunas formas en las que se los puede utilizar incluyen enviar bots para inflar las visitas de un video ajeno puede parecer positivo, pero si la plataforma detecta tráfico inorgánico, podría: suspender o eliminar el contenido, penalizar el canal y dañar su reputación frente al algoritmo.
Estas prácticas violan las políticas de la mayoría de las plataformas digitales (YouTube, Instagram, TikTok, etc.) y pueden considerarse actos de competencia desleal. Sin embargo, al ser difíciles de rastrear, muchos casos quedan impunes o sin consecuencias claras.