Benjamín Vicuña habló en Puro Show y sorprendió al definirse a sí mismo como un “embajador del dolor”. Tras el fallecimiento de su hija Blanca en 2012, el actor se volcó a hablar a fondo de su hija para sanar y ayudar a otras personas que estuvieran atravesando lo mismo.
Sin ir más lejos, hace dos años el actor chileno publicó su libro ’Blanca, la niña que quería volar: 10 actos para conjurar el olvido‘. Allí plasmó a fondo su experiencia tras la trágica muerte de su hija.
Sobre este tema, Vicuña le confesó a Majo Martino que el ayudar a otros fue algo que “se fue dando”: “Creo que hay una responsabilidad de poder compartir, de dar una mano y d saber que hay muchas personas que atraviesan esto en soledad. Muchas veces un libro o una película pueden ser un faro en mitad de la noche”.
“Yo no lo elegí, pero me transformé en una especie de embajador del dolor. Muchas personas transitan esto o lo viven pero no saben cómo explicarlo o ponerlo en palabras”, reflexionó sobre lo valioso de su testimonio.
En este sentido, Benjamín agregó que una película o un libro son esenciales en su propio proceso de sanación: “Hay algo un tanto egoísta en esto porque no deja de ser un desborde, una necesidad. Sin embargo es una expresión honesta que creo que es muy funcional”.

Benjamín Vicuña reveló cómo evita los escánalos mediáticos
El actor chileno volvió a formar pareja y lleva un tiempo alejado de los escándalos mediáticos, que recaen fundamentalmente en sus exparejas. El año pasado quedó involucrado en la separación de Pampita con Roberto García Moritán y ahora en pleno noviazgo de La China Suárez con Mauro Icardi.
“Creo que lo más importante es comprender que no hay nada tan grave y que estas son situaciones que se deben acomodar con el tiempo. Estos temas no son mis temas, sino que lo único que tengo en común con mis hijos”, resaltó Vicuña.
Y agregó: “Cuando me están tratando de poner en un rol o lugar determinado la verdad es que me incomoda. Me pasó la otra vez, que salía de un estreno y me pusieron una cámara y un micrófono en la cara. Una me la banco, dos también, ya después pido por favor que se calmen un poco”.
“Esto no es para lavarme las manos, pero sí busco hablar de mi trabajo, que es lo que realmente me apasiona”, sentenció Vicuña, y sumó: “Creo que hay cosas que realmente no puedo manejar y tampoco me corresponde. Creo que se trata de desdramatizar algunas cosas. Es la vida, está todo bien”.