Una prenda de lujo y una guerra de versiones que revive uno de los retratos más icónicos de la política y el glamour de los años ’90. El abrigo de piel que María Julia Alsogaray lució en la recordada tapa de la revista Noticias, que volvió al centro de la escena por la serie de Menem, despertó una inesperada incógnita no resuelta: ¿de quién era realmente ese tapado?
Todo comenzó cuando Graciela Alfano aseguró públicamente que el abrigo era suyo. En declaraciones al programa Puro Show, Alfano afirmó que la prenda pertenecía a su guardarropas y que había sido prestada para la producción. Como prueba, envió un video en el que muestra el mismo tapado en su poder, alegando que lo tenía guardado en una peletería, como solía hacerse en aquellos años.
Pero el testimonio no tardó en ser desmentido. Susana Giménez, también mencionada como posible dueña del abrigo, negó rotundamente la versión de Alfano y le reclamó no haberse comunicado en privado antes de hacer declaraciones.

Por si la disputa no fuera suficiente, una nueva teoría se sumó al entuerto. Según publicó La Nación, el fotógrafo responsable de la emblemática sesión habría dicho que el tapado en cuestión pertenecía a Graciela Borges. Así, la actriz y diva del cine argentino aparece como una tercera posible dueña de la prenda, aunque hasta ahora ha preferido mantenerse al margen del escándalo.
En los estudios de Puro Show, el debate se volvió aún más jugoso cuando se compararon imágenes de archivo y se analizaron detalles como la longitud del pelaje, el color y la caída del abrigo.
Graciela Borges llamó en vivo y despejó las dudas sobre el tapado de María Julia
El giro más inesperado del escándalo llegó cuando Graciela Borges se comunicó telefónicamente con el programa. Con voz afectada por un resfrío, la actriz explicó: “Fuimos a esquiar con Susana a Las Leñas. Entonces llegó María Julia con un grupo y nos pidió prestado el tapado de Susana y el mío, un viejo abrigo de zorro que ya no usamos más. Cuando bajamos de esquiar, vimos que estaban haciendo fotos con ese fotógrafo que queremos tanto”.
Según Borges, el misterio tiene una explicación muy simple: “Era mi tapado y el otro que usó es el de Susana”. Además, remarcó que el fotógrafo responsable de la producción puede confirmar esta versión. Con un tono relajado, cerró el tema diciendo que no tenía importancia, aunque los panelistas del programa lo calificaron como “un tema de Estado”.