El jueves desde las 9.30 de la mañana se conocerá la sentencia en la causa que tiene a Andrea del Boca como una de las principales imputadas. La actriz llega al tramo final de un proceso que comenzó en 2018, aunque la denuncia es anterior, y que investiga si existió corrupción en la financiación de la novela Mamá Corazón.
En Puro Show, Fernanda Iglesias explicó los puntos clave de la causa. “Vamos a saber finalmente si Andrea del Boca es culpable, si fue corrupta, si Julio De Vido fue su cómplice y el resto de las personas que también están”, comenzó la periodista.
La panelista recordó que todo comenzó en 2010, durante el gobierno de Cristina Kirchner cuando, desde el Ministerio de Planificación, a cargo de Julio De Vido, se impulsó el plan operativo para generar contenidos audiovisuales que nutrirían la Televisión Digital Abierta (TDA). La plataforma, bautizada como Vacua, buscaba funcionar como una especie de “Netflix argentino”, con documentales, ficciones y programas infantiles.

“Se hicieron muchas ficciones con este plan operativo. Era una triangulación entre el INCAA, distintas universidades y el Ministerio de Desarrollo. Los concursos en el INCAA funcionaban perfectos”, dijo y aseguró que desde este sistema surgieron producciones como El Marginal o Historia de un Clan.

Sin embargo, el caso de Andrea del Boca se apartó de esa lógica: “Con Andrea del Boca no hubo concurso. Ella entra de manera directa y discrecional. Ella no tuvo que presentar ninguna licitación. Le dieron directamente toda la plata”, disparó.
Todos los detalles que complican a Andrea del Boca
De acuerdo al expediente, la productora de Del Boca firmó un convenio con el Ministerio de Planificación y la Universidad de San Martín para realizar la ficción Mamá Corazón. Allí se estableció que los pagos serían en cuatro cuotas. La actriz llegó a cobrar tres, por un total de tres millones de pesos, aunque nunca percibió la última porque la novela no llegó a editarse completamente.
Uno de los puntos más controvertidos del contrato fue la cláusula de distribución internacional: “Andrea del Boca tenía la exclusividad de vender al exterior durante 5 años la novela con posibilidad de extenderla a otros 5 años todo por contrato. Pero la plata se la iba a quedar ella. No se la iba a dar al Estado”, explicó Iglesias. En contraste, otras producciones sólo tenían dos años de exclusividad en el extranjero.

La periodista también señaló que hubo diferencias entre el elenco tentativo y el real: “Ellos presentan un elenco tentativo que no termina siendo el elenco que graba la novela. Ponen a Gustavo Bermúdez, por ejemplo. El que terminó siendo el galán fue Fabián Mazei. Y además el caché para los actores seguía siendo el mismo y estaba inflado”.
Un detalle clave es que, a diferencia de otros acusados, Andrea del Boca no ocupaba ningún cargo público. “Ella no es funcionaria pública. Es la única de los imputados que no lo es”, subrayó Iglesias, aunque reconoció que la actriz se benefició de condiciones especiales: “Uno también puede analizar, sacó provecho de la situación. Esas condiciones se las dieron porque era muy famosa”.