Gonzalo Valenzuela se mostró muy contento de asistir a la entrega de premios Martín Fierro Latinos acompañado de su flamante esposa, Kika Silva, tal como lo mostró en Socios del espectáculo.
“Gonzalo Valenzuela estaba de muy de buen humor, contento, estaba feliz por el premio, se llevó dos premios, uno compartido con Marcelo Polino como jurado. Y la verdad que me llamó mucho la atención, estaba con Kika, que es su esposa. Nosotros habíamos contado, en su momento, su casamiento en Las Vegas que era secreto”, empezó relatando Nancy Duré, para luego mostrar su entrevista al ex de Juana Viale.
“Un placer conocer a Kika, sabíamos del casamiento, ¿cómo está? ¿Cuánto llevan ya de casados?”, les preguntó. “Fue hace un año en Las Vegas”, le contó Kika.
“En Las Vegas había sido secreto primero, trascendieron unas fotos, ¿no?”, fue la consulta. “Sí, pero casarse en Las Vegas es como casarse en el Jumbo. Vale, pero era un juego, después nos casamos ya legalmente”, le contestó.
“Kika, ¿cómo fue el pedido de matrimonio?”, fue la siguiente consulta. " En Las Vegas. Dijimos ‘vamos, nos casamos y después lo pidió formalmente’”, le respondió.
“Yo le hice el pedido de matrimonio. Y mientras nos casamos, yo le regalé un anillo, que era el anillo para pedir matrimonio, pero mientras un señor nos estaba casando. Y me dijo ‘ustedes ahora están nombrados marido y mujer’. ‘¿Usted quiere casarse conmigo?’. Es extraño, a nadie se le pide matrimonio casándose”, le contó Manguera.
La esposa de Gonzalo Valenzuela y sus ganas de tener hijos
“Vos tenés hijos ya, Gonzalo, no sé si vos también tenés hijos”, le dijo Nancy, lo que fue contestado por la negativa. “¿Tenés ganas también?”, quiso saber la panelista. “Pero, ¡por supuesto! Pero cinco, seis, siete, ocho”, exageró el actor.
“No sé si está convencida de tanto”, comentó Duré, lo que no fue contestado por Kika.
“¿Y te cuesta estar lejos de tus hijos?”, quiso saber Nancy. “Me cuesta, sí, por supuesto. Pero tengo mucha comunicación, por suerte. Diaria, hoy día se puede. Y nos vemos todo lo que podemos. Pero cuesta, obvio. Hay una hora y media de vuelo”, fue su respuesta.
“¿Cómo se llevan con Kika los chicos?”, fue la siguiente pregunta. “Pero qué intrusa. Bien, señoría. Adiós”, cerró Gonzalo, con humor.
