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Hay dos cosas muy claras: la primera, que Brasil es el país tropical. Y la segunda, que Argentina soportó una ola polar tremenda. El problema surge cuando una carioca se somete al frío. Y ahí la cosa se desmadra...

Darío Barassi es muy bueno. Sin embargo, hay algo que realmente no tolera, y ahora lo sabemos: que los participantes de su programa no sepan el abecedario. Claro, parece una cuestión lógica y hasta simple, pero hay personas que hoy en día tienen este tipo de inconvenientes.

A ver, a medida que avanza la historia se va poniendo más turbia. Nazareno Casero contó que su primero beso fue con Violeta Urtizberea, a la edad de 8 años. Pero para él “no fue nada” porque eran “como primos”. Mejor dejémoslo ahí.

Está más que demostrado que Ariel Tarico es un verdadero genio de la imitación. Sin embargo, en La noche perfecta le pusieron un condimento poco común: el humorista tuvo que narrar frases famosísimas pero con la voz de distintos políticos. ¿El resultado? Desopilante, por supuesto.

Fue una de las pocas veces en las que todos los integrantes de La noche perfecta le soltaron la mano al entrevistado. En el ciclo de Sebastián Wainraich suelen surgir verdades controversiales, pero pocas como esta que narró Benjamín Rojas sobre su época de estudiante secundario: ¡Le regaló a un profesor una foto autografiada para salir del paso en un examen! “Atorrante”, “corrupto” y, sarcásticamente, “pobre Benja”, fueron algunas de las reacciones a una anécdota sensacional.

En “La noche perfecta” los entrevistados se abren de una forma que en otro sitio no lo harían. Eso le pasó a Adabel Guerrero, quien le confesó a Sebastian Wainraich que su perro intentaba comunicarse con ella. Es más, hasta se animó a esbozar algunas de las “palabras” que el can le mencionaba.

Es realmente un montón. Una barbaridad de cosas para procesar. Y aún así queda todo muy raro. La cuestión es que realmente Mónica Gonzaga tuvo sexo con el genial Julio Iglesias en la mismísima cama del genial Frank Sinatra.

Hay veces en que uno hace las cosas en “modo avión” y sin darse cuenta. Más si se está a full todo el día y lo que se necesita es relajar un poco. Algo así le pasó a Darío Barassi, que le mandó un texto a Tomás Fonzi para que lo ayude a relajar pero no se acordaba haberlo hecho. Cosa de locos.

De 100 kilómetros por hora a frenar en seco. Silvia Pérez hizo un cambio total de su vida cuando falleció el Negro Olmedo y así se lo contó a Sebastián Wainraich en La noche perfecta: “Todos los días me doy cuenta de lo que valgo”.

La consigna: responder preguntas eligiendo solamente personajes del arco político nacional e internacional. ¿Con quién se irían de vacaciones? ¿A quién le harían un masaje? ¿De quién tendrían miedo al cruzarse en la calle? Ernesto Tenembaum y Leticia Siciliani inmortalizaron sus elecciones en un test imperdible en “La noche perfecta”.

Hasta los temas más difíciles y complicados son simples en “La noche perfecta”, junto a Sebastián Wainraich. Así lo demostró Benito Fernández, que en un rapto de sinceridad aseguró que tiene una severa fobia a los cordones: no los puede tocar ni ver.

Pese a lo que cualquier persona pensaría, Gustavo Conti no reconoció a la despampanante Ximena Capristo. Para aclarar los tantos, ellos se reencontraban luego de pasar por un reality y, claro, las personas suelen descuidarse al pasar mucho tiempo encerradas. Por eso, quien luego se convertiría en su marido no creyó que fuera ella al verla después de tanto encierro.

Se podría decir que fue un precursor del amor polémico: Martín Seefeld, de paso por La noche perfecta, le contó a Sebastián Wainraich que conoció a su actual esposa porque el ex de ella se la presentó. Sí, una historia con muchos embrollos que el actor la cuenta de una manera muy graciosa.

Además de ser una gran conductora, Denise Dumas demostró, en La noche perfecta, que tiene una vida íntima con Campi, su esposo, muy activa. Tanto que casi una vez por mes salen de recorrida para buscar albergues transitorios que les puedan brindar una velada de pasión extrema.

Las historias en La noche perfecta de Sebastián Wainraich siempre son un deleite. Y esta es un ejemplo de ello, ya que sin ningún tipo de reparo Gustavo Garzón contó que, en motivo del funeral del ex presidente Juan Domingo Perón, dejó de lado la fila para llegar al féretro para acostarse con una SEÑORA.

El fútbol en Argentina es algo muy sensible. Tanto es así que entrar a una tribuna incorrecta te puede hacer pasar un mal momento. Salvo que seas Noelia Marzol, y ahí la cosa es completamente diferente. ¿Golpe de suerte o pura cortesía?

Típica historia que sale a la luz en las distendidas charlas de La noche perfecta. Aunque esta vez la misma fue mutando, porque empezó como una acusación a Sofía Gala y terminó como una enorme anécdota que involucra a su mamá Moria Casán, a una empleada del hogar y a un culto religioso que hizo base en la conocida quinta de la vedette en Parque Leloir, en el oeste del Gran Buenos Aires. ¿Alguien en la sala que la haya visitado?

Los juegos en La noche perfecta siempre están a la orden. Esta vez le tocó a Ximena Capristo, quien tuvo que averiguar qué pareja del ambiente llevaba más o menos tiempo que ella con Gustavo Conti. Y lo que sigue después es un compendio de risas cómplices entre la vedette y el conductor del programa, Sebastián Wainraich.

Eleonora Wexler y una dura confesión en “La noche perfecta”. Es conocido su historial interpretando villanas en novelas y series, lo que le trajo muchas satisfacciones, pero también dolores de cabeza. Es que, según le contó a Sebastian Wainraich, hasta llegó a recibir cartas con amenazas de muerte, situación que le hizo replantearse muchos de sus papeles.

El cantante tropical estuvo con Sebastián Wainraich en La noche perfecta y contó una historia que no se puede sacar de encima. Nada más ni nada menos que la del juego de sábanas “usadas para hacer el amor” que sorteó una revista.