En el último tiempo se ha detectado una nueva modalidad delictiva que afecta a turistas que visitan la ciudad de Buenos Aires y otras regiones del país. A través de aplicaciones de citas, los criminales contactan a sus víctimas para luego intoxicarlos y robarles sus pertenencias. De esta modalidad se habló durante la última emisión de Telenoche, en donde Rolando Barbaro narró lo que le ocurrió a un turista japonés de 37 años en los últimos días.
“Otra vez se repiten los ataques de viudas negras. Otra vez un turista como víctima y otra vez el barrio de Palermo. Lo que están viendo allí es a la viuda negra, miren cómo se tapa la cara, ingresando junto a un cómplice al departamento de un turista japonés que ya había sido dopado por ella”, contó Rolando Barbaro.
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Además, mientras mostraban las imágenes que captaron las cámaras de seguridad del edificio, indicó que “allí están escapando, 20 minutos después. La joven en todo momento se cuida mucho de que no se le vea la cara, de que las cámaras no le tomen el rostro. Su cómplice tiene puesta una gorra. Ahí se están llevando el botín”.
TURISTA JAPONÉS, DESVALIJADO POR VIUDA NEGRA
El periodista también explicó que el turista japonés de 37 años llegó a la Argentina, reservó un departamento a través de un sitio web y usó una aplicación de citas para conocer a una mujer.
“Se puso en contacto con una joven, la invitó al departamento y estuvieron un rato allí. Fueron al kiosco, compraron unas bebidas y volvieron. Lo último que él recuerda es que ella le preparó unas bebidas alcohólicas. Se despertó casi 20 horas más tarde y en el medo ocurrió esto, que la joven baja, le abre la puerta al cómplice, entra su compañero y le roban lo que pueden a este turista japonés... Un celular, una computadora y algo de dinero”, indicó.
El modus operandi es el siguiente: el turista conoce a la mujer a través de la aplicación de citas y luego acuerdan un encuentro en un lugar público, como un bar o una cafetería, o en el hotel en el que se está alojando. Durante la cita la mujer ofrece una bebida a su víctima, la cual suele estar adulterada con alguna sustancia que provoca somnolencia y pérdida de coordinación. Una vez que el turista está bajo los efectos de la droga, la mujer lo despoja de sus objetos de valor, como dinero, tarjetas de crédito, joyas y teléfonos móviles.
