En otra entrega de “Abandonados: historias desde las ruinas” de Telenoche, Daniel Malnatti presentó un informe sobre el pueblo de Villa Epecuén, el cual quedó bajo el agua. El periodista recorrió con sus antiguos habitantes las historias y recuerdos de esta joya que nunca más pudo resurgir.
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Caada verano más de 25.000 personas visitaban las aguas termales de Villa Epecuén. Su variedad de hoteles, boliches, restaurantes y tiendas lo convirtieron en uno de los puntos únicos del turismo bonaerense.
El 10 de noviembre de 1985 cambió todo. Una inundación dejó al pueblo completamente bajo el agua y sus vecinos perdieron todo. Diez años más tarde el agua cedió pero nada volvió a ser igual.
Epecuén, el pueblo que quedó bajo el agua
“Era una ciudad que le competía a Mar del Plata”, contó Daniel Malnatti al presentar el informe de Telenoche. “Tenía 1500 habitantes, tenía dos bancos, en verano iba a 25.000 personas. Veinte años estuvo bajo el agua, desde el 85, abandonada la ciudad de Epecuén”, agregó.
“En 1985 empezó a subir el agua y ahí fue cuando los habitantes empezaron a evacuar. Quince días tardaron en evacuar todo, no hubo muertos por suerte, pero todos perdieron todo”, explicó el periodista y sumó: “Todos venían a las aguas termales porque el agua tan salada curaba el reuma y las enfermedad de la piel”.
En su visita, Daniel Malnatti se animó a recorrer Villa Epecuén de noche con algunos de sus habitantes. Jorge Shafar, un payador que era dueño de un bar, afirmó: “Epecuén era una familia, no éramos vecinos. Yo añoro muchísimo ese tiempo. Yo no tenía 30 años todavía cuando se inundó. Te brota cierta tristeza”:
Rubén Besagonill, quien trabajó como empresario hotelero, contó: “Cuando se inunda, me toca autoevacuarme. Primero se rompe el terraplén y estuvimos siete días acá sin agua. Después empezó a subir 30 centímetros por día, que es cuando se rompen los terraplenes de agua arriba. Después los vi taparse”.
Barry Mateus es músico y trabajó muchos años en Epecuén. “Temporada entera y todos los días se tocaba. A las 10 en punto empezaba el baile. La orquesta empezaba y ya la gente estaba en la pista. Acá en Epecuén venía mucha gente de Capital, de Gran Buenos Aires. Se llenaba de mujeres”, reveló.
Al cierre del informe, Jorge Shafar se mostró emocionado y declaró: “Villa Epecuén fue un pueblo muy lindo y los mejores años de mi vida lo viví acá. Es como si hubiera sido la mamá de uno, que no te vas a olvidar nunca”.
