El desierto del Sahara, conocido por ser uno de los lugares más áridos y estériles del planeta, sorprendió al mundo con un fenómeno que no se producía desde hace más de cinco décadas: inundaciones. Las recientes tormentas que azotaron el sureste de Marruecos dejaron impensadas postales de lagos formados entre las dunas que parecen sacadas de otro planeta. En Telenoche, José Bianco analizó el fenómeno y reveló por qué sucedió.
Las lluvias, registradas a finales de septiembre de 2024, se produjeron debido a un sistema de baja presión que avanzó sobre el noroeste del Sahara. En áreas como Merzouga, una localidad desértica en Marruecos, las tormentas generaron lagunas entre las dunas de arena, algo completamente inusual en esta región. “Podría ser un espejismo…agua a la vista”, comenzó diciendo Bianco.
“Si les digo rápidamente que piensen en el desierto más árido del mundo, seguramente piensen en el Sahara, pero no, el más cerquita es el que tiene Chile, en Atacama”, continuó el climatólogo y explicó: “En el Sahara se suelen dar estas lluvias, pero han sido exacerbadas porque llegó aire con humedad tropical, en parte de lo que fue Leslie, un huracán sobre el atlántico que generó que a 400 kilómetros de la capital de Marruecos se dieran estos paisajes atípicos”.
Agua en el desierto del Sahara: un fenómeno raro pero impresionante
Aunque el Sahara es un desierto, es posible que en algunas partes caigan unos pocos milímetros de lluvia al año, generalmente a finales del verano boreal. Sin embargo, esta vez las precipitaciones fueron mucho más intensas, superando el promedio anual en áreas que normalmente no reciben más de 250 milímetros de agua. Por ejemplo, en Tagounite, una pequeña aldea a 450 kilómetros de Rabat, se registraron más de 100 milímetros en tan solo 24 horas.
Este fenómeno, conocido por los meteorólogos como tormentas extratropicales, podría modificar las condiciones meteorológicas de la región en los próximos meses. Estas lluvias torrenciales llenaron de agua lagos que estaban secos desde hace años, como los del Parque Nacional Iriqui, el parque más grande de Marruecos.
Aunque gran parte de la lluvia cayó en zonas deshabitadas, también se reportaron inundaciones en algunas áreas pobladas que causaron la muerte de más de 20 personas en Marruecos y Argelia. Además, las precipitaciones afectaron las cosechas de agricultores, lo que pone en evidencia los impactos económicos que puede generar un fenómeno como este.
A pesar de la belleza de las imágenes de lagos en medio del Sahara, la situación resalta la vulnerabilidad de las zonas desérticas ante los eventos climáticos extremos. El Sahara, que cubre más de 9,2 millones de kilómetros cuadrados, seguirá siendo el desierto más grande del mundo, pero esta inesperada inundación quedará grabada en la memoria como un raro acontecimiento que desafió las expectativas.
