Son héroes anónimos, aunque esta vez su historia trascendió y llegó a Telenoche. Un equipo de médicos del hospital pedíatrico Sor María Ludovica de La Plata le salvó la vida a Valentín, un bebé nacido con una patología rara llamada gastrosquisis.
El pequeño fue dado de alta tras una intervención quirúrgica de urgencia que se llevó a cabo inmediatamente después de su nacimiento, todo gracias a la planificación y el trabajo en equipo entre los profesionales del Hospital San Martín y el Ludovica de la capital bonaerense.
La historia de Valentín comenzó con un diagnóstico prenatal clave: su madre, durante el embarazo, realizó los estudios necesarios que permitieron detectar la gastrosquisis, una patología en la que el bebé nace con un orificio en el abdomen a través del cual los intestinos sobresalen al exterior. Con esta información, el equipo médico del hospital de Niños platense se preparó para la intervención quirúrgica necesaria para salvar su vida.
En lugar de realizar el parto en una sala de maternidad convencional, los médicos decidieron llevar a cabo el nacimiento en un quirófano especializado dentro del mismo hospital, donde inmediatamente después de la cesárea, un equipo quirúrgico de alta complejidad, encabezado por los cirujanos del Ludovica, pudo intervenir a Valentín con rapidez y éxito.
Marisel, la mamá de Valentín habló en Telenoche y contó que “cuando me enteré, volví llorando a mi casa. Le conté a mi mamá y nada, empecé los controles con toda la fe igual, como siempre”.
“La verdad que cuando yo me enteré lo que él tenía, la primera pregunta que me hice fue porqué. Sí, yo siempre me cuidé con mi primera hija, en el embarazo también me cuidé. ¿Por qué? ¿Por qué a él, no? Si yo tenía la culpa de que él naciera así. Pregunté a la doctora y me dijeron que no”, recordó con emoción la mamá del pequeño.
“¿Valentín es un nombre que ya tenías elegido o a raíz de todo esto decidiste ponerle ese nombre?”, le consultó Dominique Metzger. “No, cuando mi familia se enteró lo que él tenía, mi mamá, la abuela, dijo, ’yo quiero que se llame Valentín’. ¿Por qué? Porque es un valiente que de la panza ya la está luchando y es un valiente. Y ahí quedó Valentín”, agregó.
Una operación milagrosa que le salvó la vida a Valentín
“Este es un caso emblemático de cómo la planificación y la coordinación entre equipos de salud pueden cambiar el destino de un bebé”, comentó Jorge Molina, director asociado del Hospital de Niños “Sor María Ludovica”. “La posibilidad de realizar la cesárea y la cirugía en el mismo lugar, sin necesidad de trasladar al bebé, mejora notablemente su pronóstico”, agregó el cirujano.
El emotivo momento de la cesárea también fue marcado por la humanidad del equipo médico. Tras el nacimiento, la madre de Valentín solicitó poder besarlo antes de que se lo llevaran al quirófano. “Por supuesto que lo hicimos posible”, relató Molina, quien destacó la importancia de esos momentos de cercanía familiar en situaciones tan críticas.
El bebé pasó 10 días internado en la unidad de neonatología, donde los médicos pudieron confirmar que su recuperación era favorable. Este miércoles, Valentín asistió a un control de rutina donde los especialistas corroboraron que su estado de salud continúa evolucionando de forma positiva.
