El aeropuerto fue testigo de un momento único y emotivo que demuestra que el amor puede superar cualquier distancia. Nahuel, un joven de Monte Grande, y Lucrecia, originaria de Guatemala, sellaron su historia con un inolvidable pedido de matrimonio que tomó por sorpresa a todos los presentes. En Telenoche compartieron el video viral y hablaron con los protagonistas de esta historia de amor que comenzó gracias a una amiga en común.
De acuerdo al relato de Nahuel, lo que inicialmente comenzó como una amistad virtual, rápidamente evolucionó en una relación a distancia. “Compartíamos valores similares y una visión clara del amor como un proyecto a largo plazo”, relató el joven durante la entrevista. A pesar de los miles de kilómetros que los separaban, ambos decidieron apostar por un amor que trascendiera fronteras.
Cuando se presentó la oportunidad de viajar a Argentina por trabajo, Lucrecia no lo dudó. Fue en ese primer encuentro en el aeropuerto donde la pareja, que ya mantenía una relación virtual, se vio por primera vez en persona. Desde ese instante, supieron que su vínculo era especial.
Cómo fue la propuesta que selló la historia de amor
El momento que marcó un antes y un después en la historia de Nahuel y Lucrecia fue la propuesta de matrimonio, nuevamente en un aeropuerto, el mismo escenario que los vio encontrarse por primera vez.
Aunque Nahuel tenía todo planificado, las emociones del reencuentro lo desbordaron. “Se me olvidó todo cuando la vi. La abracé y solo podía decirle cuánto la extrañaba”, confesó entre risas. Luego, entre nervios y gestos improvisados, sacó un anillo que inicialmente confundió a Lucrecia, quien pensó que todo era una broma.
“Me sorprendió completamente. Habíamos hablado de matrimonio, pero nunca imaginé que sería en ese momento, y menos de una forma tan especial”, comentó Lucrecia, emocionada.
La distancia no solo marcó su relación, sino también la dinámica con sus familias. “Es un poco triste que mi familia no pueda estar acá en este momento, pero están felices por nosotros”, explicó Lucrecia. Ambos coinciden en que, aunque establecerse en un solo lugar puede ser un desafío, están dispuestos a construir juntos un futuro. “Vamos viviendo el presente y viendo qué nos depara el futuro. Lo importante es que estamos juntos”, agregó Nahuel.
La historia de Nahuel y Lucrecia es un recordatorio de que el amor puede superar cualquier obstáculo, incluso los miles de kilómetros que separan a dos corazones. ¡Qué viva el amor!
