En un mundo donde muchas veces los adultos olvidan la importancia de la inclusión, dos niños de apenas 9 años nos dan una lección invaluable. Mateo y León, con la naturalidad propia de la infancia, invitaron a Robertito, un joven de 20 años con distrofia muscular, a jugar al fútbol con ellos. Ese simple gesto de compañerismo y generosidad se convirtió en un mensaje de amor que conmovió a miles de personas en redes sociales.
En Telenoche entrevistaron a los protagonistas de esta historia que se hizo viral gracias a un video en el que se puede ver cómo estos pequeños, con total espontaneidad, integran a Robertito en su juego. No se trató de un gesto forzado ni planeado, sino de una decisión genuina de compartir un momento de diversión con alguien que, de otra manera, podría haber quedado al margen. “La primera vez que lo vimos, le pedimos la pelota y después lo invitamos a jugar porque queríamos pasar un rato con él”, contó Mateo.
Durante la entrevista con Nelson Castro y Dominique Metzger, los tres amigos relataron lo mucho que disfrutaron ese encuentro y dejaron ver el cariño que se tienen. “Fue un momento inolvidable”, expresó León con una sonrisa, mientras que Robertito, emocionado, aseguró que le encanta el fútbol y ser arquero, y que lleva jugando desde que tenía nueve años. Su felicidad durante la nota era evidente.
Un gesto de amor entre niños que se hizo viral
Mariano, el papá de León, también compartió su perspectiva sobre el impacto de este acto. “Nos conmovió hasta lo más profundo ver el gesto de los chicos. La inclusión es lo primordial, y esto nació de ellos, lo cual nos da la tranquilidad de que están creciendo con amor”, reflexionó.
Además, destacó que el video fue grabado porque la imagen de los tres caminando juntos hacia la cancha fue tan emotiva que quisieron capturarla para siempre. Lo que no imaginaban era que llegaría a tantas personas y generaría tanta emoción.
Esta historia es una muestra de que la verdadera inclusión no necesita grandes discursos ni campañas publicitarias. A veces, es suficiente con la simpleza de un “¿querés jugar con nosotros?” para demostrar que el amor y la amistad no entienden de diferencias. Mateo y León no solo sumaron a Robertito a su equipo, sino que nos recordaron a todos que, cuando se trata de hacer el bien, los chicos siempre llevan la delantera.
