A falta de un mes para Semana Santa, el termómetro en las pescaderías empieza a subir. No sólo por la cercanía de una de las fechas de mayor consumo de pescado, sino también por la tensión que generan los aumentos de precios en un contexto económico complejo. En este escenario, Telenoche presentó un informe de Gustavo Tubio que retrata la realidad de los comercios y las decisiones que deben tomar para no ahuyentar a sus clientes.
“Pescaro, así lo llamamos”, bromeó Tubio en la introducción del informe, haciendo referencia a la combinación entre “pescado” y “caro”. Y agregó: “Uno tiene la tradición, la quiere conservar, pero el precio no te ayuda”.
Las listas con aumentos ya llegaron
Desde distintas pescaderías confirmaron que ya están recibiendo listas con subas del 20% al 30%. Aunque se trata de una postal repetida cada año, esta vez el fenómeno se agrava porque muchos consumidores llegan con menor poder adquisitivo.
“En algunas pescaderías no tienen más remedio que cargar ese margen importante al producto final. Otras prefieren perder margen de ganancia y no aumentar los precios, porque claramente no se está vendiendo mucho”, explicó Tubio.

Una comerciante fue clara: “La lista viene con aumentos. Lo que hacemos en La Cocina de Ana es tratar de mantener los precios. Achicar los márgenes es la realidad que estamos viviendo los gastronómicos. Pero bueno… hay pocas ventas, y para vender hay que mantener los precios”, aseguró.
¿Qué pescado se vende más?
La respuesta es casi unánime: la merluza sigue siendo la reina de Semana Santa. Su precio es más accesible en comparación con otros productos de mar, y además es versátil en la cocina.
“Lo que más se vende es merluza, sí, primer puesto merluza. También salmón rosado, filetes a la romana, paella y cazuelas de mariscos”, detallaron desde uno de los locales.
Aunque en otras épocas el salmón era un lujo, hoy su precio es más competitivo: “Hubo épocas en que estaba realmente muy caro, pero nosotros lo mantenemos al mismo valor desde noviembre”, contaron desde otra pescadería.
Frizar o no frizar: esa es la cuestión
Con la certeza de que los precios seguirán subiendo, los comerciantes no dudan en dar su recomendación: “El consejo, insisto, si suelen comer pescado y conocen los precios, si ven precios iguales a los de la semana pasada, empiecen a frizar. Los aumentos evidentemente se van a trasladar a la góndola”, advirtió Tubio.

Desde La Cocina de Ana también aseguraron que mantendrán sus precios hasta Semana Santa: “Ponerle la firma que vamos a asegurar los precios esta Semana Santa”, prometieron. Entre sus productos más accesibles, ofrecen empanadas de merluza a $1.600 y medallones aptos para celíacos a $8.900 el kilo.
¿Por qué aumentan los precios?
Las razones detrás de los aumentos son múltiples: la suba de combustibles, el costo del transporte, los aumentos en origen y una demanda estacional que siempre se dispara en las últimas semanas.

“La lista viene con aumentos, y lo lamentable es que después no bajan”, reconoció un vendedor. “Y sí, la gente se queja. ¿Con quién se va a quejar? Con nosotros. Nosotros les explicamos cómo es la cadena: arranca en los barcos y sigue hasta el mostrador”, agregó.
Una tradición que resiste
A pesar de los aumentos, muchas personas eligen mantener la tradición del pescado durante Semana Santa. “Uno ya sabe que llega Pascua y aumenta. Y a los que nos gusta el pescado, peor todavía”, confesó un cliente entre risas. “Aunque lo pagues caro, son gustos… una vez al año”, agregó otro, que ya tenía en mente su menú: paella, cazuelas, y pescado al horno.
Con la inflación aún impactando fuerte en la economía diaria, anticiparse a las compras puede ser la mejor estrategia. La recomendación de los expertos es clara: comparar precios, comprar con tiempo y frizar lo que se pueda. Porque la Semana Santa se acerca… y con ella, el “pescaro”.