En tiempos donde la inflación golpea con fuerza el bolsillo de los argentinos, un rincón del conurbano sur se convirtió en el secreto mejor guardado para hacer rendir la plata: la verdulería La Nueva Luna, ubicada en Guernica, partido de Presidente Perón. A las 3 de la mañana, cuando el resto del país duerme, decenas de vecinos arman fila con bolsos, changuitos y hasta reposeras para aprovechar precios que parecen irreales: una bolsa de papa de 20 kilos a $500, morrones a $100 el kilo, tomates a $50 el kilo y frutas de estación a mitad de precio que en el Mercado Central.
El periodista Martín Ciccioli fue quien dio con este fenómeno durante una cobertura para Telenoche. “Esto parece una previa de recital, pero de alimentos”, bromeó mientras mostraba a las familias que, termo en mano, aguardaban turno para llevarse la mercadería fresca. “Acá venimos con 10 o 20 lucas y nos llevamos comida para todo el mes”, contó una vecina con una sonrisa, alzando una bolsa de papas que apenas podía sostener.
Del campo al barrio: el secreto detrás de los precios de la verdulería de Guernica
¿Cómo es posible vender productos a precios tan bajos, incluso más baratos que en el propio Mercado Central? La respuesta está en el modelo directo que emplea esta verdulería. “Nosotros somos productores, traemos los productos directo del campo. No hay intermediarios. El camión va, carga y vuelve derecho para acá”, explicó uno de los encargados, apodado Tecla.
A modo de comparación, la bolsa de papa que en el Mercado Central ronda los $3.500 o $4.000, en La Nueva Luna se ofrece a $500. Y no es una promoción esporádica, sino un esquema sostenido que se replica semana a semana, movido por las redes sociales y el boca en boca. “Subimos las ofertas a Facebook a las 11 de la noche y al rato ya tenés gente preparando la alarma para salir temprano”, relató otra trabajadora del local.
Los gestores de este fenómeno definieron a la verdulería como una especie de Salada agroalimentaria donde las ofertas están al nivel de un mayorista, pero con la escala de una verdulería de barrio. “Es una locura organizada, una cumbia de precios bajos”, sintetizó Ciccioli, mostrando que además había un presentador que pasaba música para entretener a los clientes.
“Hoy en día con 100 pesos no te comprás ni un caramelo, pero acá te llevás 2 kilos de tomates”, reflexionó Dominique Metzger al cierre del informe.
