Gustavo Barco presentó en Telenoche la historia de Rubén, un papá que debe salir todos los días a trabajar con Ciro, su hijo de 6 años diagnosticado con Trastorno del Especio Autista (TEA) severo.
Rubén, de 43 años, está separado y hace ocho meses que cuida solo de su hijo de 6 años que no habla y aún usa pañales. A raíz de esta situación, tuvo que renunciar a su trabajo como ayudante de cocina y empezó a trabajar con su bicicleta. Pero no va solo, va con Ciro que viaja en un asiento adaptado.
Para ayudar a Rubén: CIRO.LUANA.22.MP

La fuerza de papá
Gustavo Barco acompañó a Rubén en un día de su vida para conocer su historia y ver cómo hace para salir a trabajar con Ciro. “Reparto con las aplicaciones de comida. Repartimos un rato al mediodía y un rato a la tarde/noche con él. Estoy solo hace ocho meses con él, así que o trabajo con él o no trabajo”, explicó.
Ciro tiene 6 años y un autismo severo. “No se lo puede dejar solo mucho tiempo, cruza la calle, usa pañales, no habla, toma su medicación regularmente dos veces por día, está tratado por el Estado por ahora”, contó Rubén que agregó: “De a poquito va mejorando. A la mañana va al baño solo pero en la calle todavía no puedo”.

Ciro va a terapia tres veces por semana. “Todos los días tenemos una actividad y de ahí salimos a trabajar. Lo llevo en la bici adelante mío con una sillita. Es una sillita especial”, contó el entrevistado en Telenoche.
“Si él no va a ninguna escuela, no va a mejorar nunca”, explicó Rubén que contó que tuvo que dejar que dar de baja la obra social “por un tema económico”. “Él tendría que estar en un centro terapéutico”, dejó en claro.

Hoy en día Rubén está solo criando a su hijo. “Mi familia está en Neuquén. Mi papá murió, mi mamá está lejos, mis hermanos vienen todos allá”, contó el entrevistado que aseguró que la familia de parte de la madre ni siquiera lo visita.
“Hace ocho meses que no tengo un día de descanso. Y cuando uno está solo siendo padre de un niño con autismo, te olvidás de ir al médico. Yo tuve cáncer testicular, tuve quimioterapia, pude salir. El único miedo que tenemos los padres con autismo es decir: si el día mañana, a mí me pasa algo, ¿qué pasa?“, se preguntó.