El fenómeno no es nuevo, pero la última investigación del equipo de Telenoche volvió a ponerlo en primer plano: la llamada “mafia de los caranchos” sigue operando con impunidad en la Argentina.
Se trata de un sistema aceitado que comienza en la puerta de los hospitales y termina en fallos millonarios en tribunales laborales. En el medio: punteros, pasantes, estudios jurídicos, médicos corruptos y un mecanismo que ya acumula más de 130.000 juicios laborales esperados para 2025.
¿Cómo operan los caranchos?
Los accidentes laborales, lejos de iniciar en los tribunales, comienzan en la vereda de los centros médicos. Allí, enviados de estudios jurídicos interceptan a los trabajadores heridos para ofrecerles, casi como un consuelo inmediato, la posibilidad de iniciar un juicio. “Están a la pesca”, dijo uno de los entrevistados, relatando cómo lo abordaron luego de lijarse un dedo con una polea en su trabajo.
El discurso es siempre el mismo: mencionar un estudio poderoso, prometer una indemnización jugosa y asegurar que “todo corre por cuenta del estudio”. Hasta el diagnóstico médico.
En esta red, también hay empleados infieles que venden información: el contacto de un paciente puede valer 50.000 pesos, y eso da paso a la segunda fase: el hostigamiento. Una mujer relató que tras fracturarse la muñeca, más de 30 estudios jurídicos la contactaron. “Me llamaban a la mañana, a la tarde, al celular de mi hija. Les decía que no quería saber nada. Les decía: ‘ustedes son caranchos, no gracias’”, contó con indignación.
El negocio es multimillonario. Un experto en seguros consultado por el programa explicó: “Es una de las mejores inversiones que se pueden hacer hoy en Argentina”.

El precio de la salud: los caranchos al acecho
Lo más grave no es solo el acoso, sino la estructura detrás. Hay estudios que cuentan con peritos médicos y centros “propios”, donde se inflan diagnósticos y se fabrican incapacidades. “No es lo mismo que te otorgue 5 puntos de incapacidad que 20. Cada punto son 500.000 pesos”, explicó un abogado grabado con cámara oculta. El cálculo es simple: “Daño físico, daño psicológico… 30 palos”.
En Córdoba, ya cayó una de las redes más grandes del país. Se trataba de una asociación ilícita con médicos, abogados y punteros sindicales. Uno de los involucrados llegó a decir: “Compré 2.000 dólares en un día… qué bien que estamos nosotros”.
Nelson Castro no dudó en señalar una de las claves del problema: “La justicia laboral conoce esto. Y es parte de esto. No todos los jueces, pero sí una parte importante del sistema”. Y es que, según explicó el informe, el sistema judicial mismo alimenta que se den estos litigios: los peritos que intervienen en los juicios cobran un porcentaje del monto que se reclama. El incentivo es claro. La solución, según los especialistas, ya está en la ley: que los peritos sean parte de un cuerpo médico forense con sueldo fijo, sin interés en inflar cifras.
La cifra es alarmante: se esperan 130.000 nuevos juicios laborales este año en todo el país. Se presentan, en promedio, 10.000 demandas por mes. Y lo que está en juego son siete millones de salarios mínimos en indemnizaciones.