En 2016, cuando tenía apenas 17 años, Ivo fue víctima de una brutal golpiza por parte de dos rugbiers que lo atacaron en un bar. Ahora, nueve años más tarde, uno de ellos deberá pagarle $110 millones como indemnización.
“No lo mataron de casualidad. Le pegaron durante adentro del bar, en la Rambla le siguieron pegando, le provocaron secuelas que todavía carga”, comentó el periodista de Telenoche que entrevistó en vivo a Ivo. “Pasaron muchos años. Una pena económica pero que las secuelas las seguís cargando”, agregó.
Hoy en día, Ivo carga con los dolores derivados de esta golpiza. “Los daños fueron en el arco cigomático, el hueso malar y el piso de órbita. Tengo cuatro placas y 18 tornillos. Es difícil levantarse cargando con ese peso psicológico”, reveló.

Un caso que podría haber servido de precedente
Marcelo Szelągowski, el abogado que representa a Ivo, aseguró que el caso de él podría haber servido de precedente para que el caso de Fernando Báez Sosa no ocurra. “Los abogados defensores y la fiscal llegan a lo que se llama un juicio abreviado. Convienen un año y ocho meses de prisión en suspenso, y a eso tareas comunitarias”, empezó contando.

“Lo cierto es que la pena se convierte en nada, porque el año y ocho meses de prisión en suspenso es nada, y las tareas comunitarias generalmente no se hacen. En Estados Unidos, habrían ido un correccional federal tres años y eso hubiera marcado un precedente que, si ese precedente se hace público, los agresores de Báez Sosa lo hubieran pensado dos veces”, reveló.
Con respecto al dictamen de la Justicia, Ivo siente que está “más cerca de lo que se quiere lograr”. “Más que nada es transmitir el mensaje de que es un hecho que se puede evitar”, aseguró el joven que reveló que aún padece de “estrés postraumático”.“Varios años después empecé a darme cuenta de las limitaciones físicas, sociales y demás. Estoy transitando ese trauma”, admitió.