Cuando se piensa en destinos europeos de verano, muchas veces vienen a la mente las opciones más populares, como España, Grecia o Italia. Sin embargo, hay un rincón de Europa que está ganando rápidamente terreno entre los jóvenes, no solo por sus playas paradisíacas, sino también por una vida nocturna. Este destino, desconocido para muchos, es perfecto para quienes quieren disfrutar de un verano auténtico a un costo más bajo.
Se trata de Albania, un país que comenzó a atraer a jóvenes de todas partes del mundo. Aunque hasta hace poco no era considerado un destino turístico principal, Albania se convirtió en el lugar de moda para quienes buscan algo diferente. A lo largo de su costa, el mar Adriático y el mar Jónico ofrecen aguas cristalinas que compiten con las de otros destinos más famosos. Lugares como Ksamil y Dhermi ofrecen una enorme belleza natural.
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Pero las playas no son lo único que Albania tiene para ofrecer. La vida nocturna, en zonas como Vlorë y Saranda, es uno de los grandes atractivos.
Otro de los grandes atractivos de Albania es su precio. En comparación con otros destinos más conocidos del sur de Europa, el costo de vida es notablemente más bajo. Alojarse en hoteles de buena calidad, comer en restaurantes locales o disfrutar de una comida en la playa resulta ser una fracción del precio que se paga en países como Grecia o Italia.
Qué hacer en Albania una semana
El viaje puede comenzar en Tirana, la capital, donde lo moderno se mezcla con lo tradicional. Hay que pasear por la Plaza Skanderbeg, visitar el Museo Nacional de Historia y subir al teleférico Dajti Express para una vista panorámica de la ciudad. Desde allí es posible viajar hacia el sur para descubrir Berat, que tiene una arquitectura otomana bien conservada.
La segunda parte del viaje puede centrarse en la espectacular Riviera Albanesa. Lugares como Dhërmi, Himarë y Ksamil ofrecen playas de agua turquesa, gastronomía mediterránea y una vida nocturna relajada. También vale la pena visitar el Parque Nacional de Butrint, un sitio arqueológico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Para los que están interesados en la naturaleza, hay que visitar el Ojo Azul (Syri i Kaltër), una fuente natural de aguas cristalinas en el sur del país.