Una esposa dejó a su marido cubierto de sangre en sus partes íntimas luego de que él se negara a tener sexo y ella le dañara los testículos por la frustración que le causó sentirse rechazada.
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La traumática escena ocurrió en la localidad escocesa de Blantyre, cerca de Glasgow, en el norte del Reino Unido, donde Sharon Irvine, de 55 años, retorció los testículos de su esposo David mientras él estaba acostado en la cama, lo que obligó al hombre a ir hasta el hospital más cercano para que le aplicaran puntos de sutura en la herida que le causó su mujer.
Luego del violento incidente, la mujer fue llevada ante la Justicia local por su ataque, donde, frente al juez, reconoció la agresión y explicó que lo hizo cuando oyó que su marido “se estaba dando placer a él mismo” en lugar de tener relaciones sexuales con ella.
Después de agredirlo, Irvine llamó a la Policía y les dijo “Hay mucha sangre”, lo que hizo que una patrulla se acercara a su casa y también una ambulancia, que terminó trasladando al hombre con el escroto desgarrado a que lo atendieran en una guardia hospitalaria.
Tras ser cosido, el hombre se negó a hacer una denuncia contra su esposa, pero confirmó ante el juez que ella lo había “agarrado, tirado y retorcido”.
Lo que le dijo el juez a la agresora
“Ella declaró que lo había escuchado dándose placer y que eso la había enojado porque él no estaba teniendo actividad sexual con ella. Luego lo agarró y le provocó lesiones”, sostuvo en su comunicado la fiscal del distrito Sinead Corrigan.
“Esta es una serie de circunstancias muy desafortunadas, altamente lamentables y sin duda es vergonzoso para todas las partes. Pero es bastante grave, ya que, independientemente de lo que haya ocurrido para que te comportaras de esa manera, le causaste una lesión muy grave”, le dijo el juez Kevin McCallum a la mujer.
Una fuente policial confirmó que la pareja no se separó tras la agresión: “Ambos están completamente avergonzados y solo quieren dejarlo atrás. Siguen muy juntos”.
