Con la llegada de los días más cálidos, la moda de primavera empieza a dejar atrás los géneros rígidos. Las tendencias apuntan hacia siluetas más ligeras y una estética que recupera cierta delicadeza. En este contexto, una prenda se posiciona como protagonista indiscutida del cambio de temporada.
Se trata de la pollera de encaje, que vuelve con fuerza para convertirse en un ítem clave del guardarropa primaveral. Con versiones mini, midi o largas y en una paleta que va desde los tonos pastel hasta el blanco, esta pollera combina elegancia con versatilidad. Ya no es exclusiva de eventos formales: el encaje se incorpora a looks urbanos, mezclado con remeras básicas, zapatillas, blazers o incluso camperas deportivas.
Su textura calada permite jugar con capas, transparencias y superposiciones, lo que la convierte en una opción ideal para los días templados. Además, su caída liviana aporta movimiento y un toque femenino que contrasta con otras propuestas más rígidas de temporadas anteriores.

Cómo usar esta prenda para estar a la moda en primavera
Para estar a la moda esta primavera con una pollera de encaje, la clave está en combinarla con prendas que contrasten. Una de las fórmulas más populares es llevarla con una remera básica de algodón, un blazer amplio y zapatillas blancas. Esta mezcla de estilos aporta frescura y modernidad.
Otra opción en tendencia es combinar la falda de encaje con una camisa oversize o una musculosa de lino y sandalias, creando un look bohemio y liviano, perfecto para los días más cálidos. Para la noche o un evento, se puede elevar con una blusa de seda o un top estructurado y tacos finos. El truco está en jugar con las texturas y evitar que el conjunto se vea demasiado formal o recargado.