Todo se desató cuando Camila comenzó a darle clases de pilates a Miguel. El participante de La mejor elección, seguía las indicaciones casi hipnotizado por su joven compañera.
Si le pedía que se acostara en el piso, lo hacía. Que flexionara la pierna, lo hacía. ¿Que estirara la otra? Lógicamente, también lo hacía.
Al ver esto, Guido Kaczka se remontó a sus viejas épocas y se aprovechó del participante pidiéndole que le hiciera “avioncito”.
“Subí las piernas. Agarrame las manitos”, ordenó el conductor del programa, pero ya su voz no sonaba tan dulce como la de la concursante allí presente.
Sin embargo, Miguel o Mike para la gente cedió y le cumplió el sueño al niño interior de Guido.
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