Charly García presentó anoche en el teatro Gran Rex su espectáculo "La torre de Tesla", una suerte de segunda función del show ofrecido en febrero pasado en el teatro Coliseo
Charly demostró la vigencia de su extensa obra en un show emotivo en el que recorrió sus mejores éxitos, rescató otros que parecían perdidos e interpretó canciones de su nuevo disco "Random".
"Decían que estaba acabado, que no iba a componer más", dijo García, de 66 años, a las 3.200 personas que colmaron el lunes el teatro Gran Rex de Buenos Aires después de agotar las entradas en 15 minutos.
García presentó algunas sorpresas, entre ellas el regreso al escenario de Billy Bond, uno de los padres fundadores del rock argentino en los 60.
Los clásicos "No soy un extraño", "Cerca de la revolución", "Rezo por vos", "Demoliendo hoteles" y "Los dinosaurios" tuvieron su lugar junto, por ejemplo, a "La máquina de ser feliz", composición de "Random", su disco de 2017.
García estuvo acompañado en escena por por el tecladista Fabián "El Zorrito" Quintiero, la corista Rosario Ortega, y los chilenos Toño Silva en la batería; Carlos González al bajo; y Kuige Hayashida con la guitarra.
El músico parece recuperado de sus adicciones y los problemas de salud de los últimos años que hicieron temer por su vida en algunas ocasiones.
