Guido Kaczka reparó en la chapita que lleva colgada el carpintero Nahuel López Matheu de su cuello antes de que uno de los campeones en las dominadas de Bienvenidos a bordo arrancara con su performance.
“Preparado…Tiene la chapita para atrás el carpintero”, arrancó Guido.
“Dice la chapita ‘siempre para adelante, con una sonrisa’, así dice la chapita”, comentó Guido mientras tomaba el colgante del carpintero entre sus manos.
“Está bien, muy bien. Mirá, serio para adelante, siempre para adelante, con una sonrisa”, le dijo Guido, mientras el carpintero imitaba entre risas las caras que ponía el conductor.
“Marca territorio”
Como en cada programa de Bienvenidos a bordo, Antúnez y el carpintero se enfrentaron a diferentes rivales, pero últimamente con una dificultad extra: cada participante debe ejecutar el ejercicio siguiendo el mismo procedimiento. Así fue como Iván Luna, el joven que vino a desafiarlos, se lo hizo saber a la dupla.
“Llegó el turno del carpintero de hacer las dominadas y el rival lo hizo bien largo”, explicó Guido Kaczka mientras Nahuel se ponía magnesio en las manos: “Se está agregando todo, maicena, bizcochuelo, se manda todo lo que pueda porque le toca hacer largo, bien complicado”. Mientras él hacía eso, Iván remarcó cómo tenía que ejecutar el ejercicio. “Me mira el carpintero porque claro, el otro le dice cómo tiene que hacer, está perfecto, marca territorio”, siguió el conductor.
“Así, bien largas, no cortitas”, insistió Luna. “Larga hay que hacerla, eso es más difícil”, coincidió Guido. Al tiempo que ellos mantenían ese diálogo, el carpintero miraba a Antúnez, que le explicaba el método correcto para colgarse de la barra: “Él tiene la destreza para decirme cómo hacerlo bien. Me dice cómo hacer el agarre de los brazos y eso”.
“Tiene que hacer 23 largas”, comunicó Guido, y Hernán Drago, que se acercó para darle apoyo al joven, explicó: “Son un montón”. “Claro, tienen que ser largas, ir bien abajo, subir y al pecho”, seguía remarcando el contrincante del carpintero.
