El Polaco, además de ser un galán y también una de los cantantes de cumbia más populares de nuestro país, se convirtió en una de las figuras más queridas de Bailando. En parte, por supuesto, gracias a su carisma natural, pero también porque su historia de vida lo pinta de cuerpo entero.
No la tuvo fácil. El Polaco enfrentó la pobreza y también las adicciones de su padre. Lo acompañó en el proceso de recuperación, tanto que hasta se internó con él para no dejarlo solo en los momentos más duros.
En El diario de Mariana, Jorge Carlos, el padre de El Polaco, contó las más conmovedoras historias acerca de su hijo: “¿Sabés por qué se internó? Él se internó porque yo me interné. Yo estaba con las drogas y el alcohol. Yo me interné dos años y él quería estar conmigo porque me extrañaba. Yo estuve en el Pabellón 1 de Open Door”.
Luego, contó que, ya recuperado de las drogas, se inclinó por el alcohol: “Me faltaba algo”, confesó. Pero El Polaco no lo dejó caer una vez más en el infierno de las adicciones: “Me pasó a buscar con un auto y me llevó para recuperarme”. Una vez más, Jorge Carlos se sometió a un tratamiento, esta vez, en Córdoba: “El Polaco me salvó la vida”, reconoce orgulloso de su hijo.
