La jueza Sandra Arroyo Salgado, de quien Alberto Nisman se había separado hacía tres años, regresó a la Argentina para prestar declaración en la fiscalía que lleva adelante la investigación por la muerte de su exmarido.
Luego de prestar testimonio, Arroyo Salgado fue abordada por la prensa ya que su testimonio era uno de los más esperados. Custodiada por la policía y asediada por los medios, Sandra dijo: "No puedo decirles nada porque hay una investigación en curso... respetemos y dejemos actuar a la justicia... no puedo hacer ninguna conjetura".
Sin embargo, la pregunta obligada no se hizo esperar. En medio del tumulto de cámaras y micrófonos, los periodistas preguntaron casi al unísono: "¿Creé que Nisman se suicidó?", a lo que Arroyo Salgado respondió: "No".
Según versiones surgidas en lo que va de la investigación, mientras estuvo en Amsterdam junto a su hija, Nisman había tenido un fuerte entredicho telefónico con su exmujer.
Días después, aunque Nisman tenía planeado seguir viaje con su hija rumbo a Andorra, regresó a Buenos Aires. Fue entonces que Arroyo Salgado buscó a la joven en el aeropuerto de España.
