Desde que se enteró de que el Padre Tomás (Mariano Martínez) se irá para siempre del convento, Esperanza (Lali Espósito) no hace más que llorar por los rincones. Está tan, pero tan, triste que le gustaría tener a su madre cerca para que la abrace y la contenga.
Y eso es lo que le confiesa Esperanza a la Hermana Clara, quien la escucha intentando contener la verdad, porque para ella es muy difícil ver sufrir a su hija sin poder revelarle quién es ella en realidad y dejarse llevar por los deseos de llamarla "hija mía" por primera vez.
