Las mil y una tuvo que hacer Julia para escaparse del convento y salir con su amiga. Primero tuvo que blanquear la situación con su aliada Sor Diana (Laura Cymer), después armó un pequeño bolsito y, mientras todas las hermanas rezaban, se fugó.
Una vez afuera de la Iglesia, se juntó con su amiga en un bar y, en un momento, el animador de la velada dio comienzo al karaoke. “¿Quién es la o el valiente que se anima?”, preguntó. Al instante, Julia estaba arriba del escenario.
El tema que interpretó fue “Cuatro brazos, cuatro piernas”, de Celeste Carballo, y todos los presentes quedaron asombrados por la voz de la fugitiva novicia, que ya había dejado el hábito y lucía una musculosa y una pollera.
Máximo, el hermano inescrupuloso del padre Tomás, era uno de los que estaba en el lugar y grabó con el celular, embelesado, la brillante actuación.
¿Los hermanos se van a enamorar de la misma mujer? Y, con esa voz, ya son varios los enamorados.
