La realidad post parto está lejos de resultarle ideal de Esperanza (Lali Espósito), quien no controlar su obsesión por el bienestar de sus hijas. En semejante contexto, Tomás (Mariano Martínez) desata la peor catástrofe imaginable.
El exobispo lleva a las mellizas a la plaza para disfrutar del aire libre, pero en un momento determinado se le ocurre que la mejor forma de calmar la ansiedad de sus preciadas bebas es conseguirles un chupete. De esta manera, Tomás decide ir hasta la farmacia más cercana y dejar a sus pequeñas, por unos momentos, bajo la tutela de su hermano Máximo (Tomás Fonzi).
Una decisión que de ninguna manera podría terminar bien. Los descuidos Máximo terminan de la peor manera: un hombre que caminaba por la misma plaza se encuentra con las mellizas “desprotegidas” y decide llevárselas para encontrar a alguien que se haga responsable de ellas.
Cuando Tomás vuelve de la farmacia, sus hijas ya no están. La desesperación se apodera del exobispo, quien recorre la plaza desesperado. Afortunadamente, se encuentra con el hombre que las estaba paseando. Una vez relajado, se dispone a retar a su hermano, sin darse cuenta de que Esperanza acaba de aparecer por atrás.
En los reclamos a su hermano, Tomás termina revelándole a su amada, sin querer, todo lo que acaba de pasar. Completamente desquiciada, ella decide que su marido no puede cuidar a las mellizas. Él, por su parte, sólo quiere descargar la ira con el despistado de su hermano.
