Alessandra Minnicelli, la esposa del ex ministro de Planificación Julio De Vido, se sentó a la mesa de Mirtha Legrand, donde realizó una férrea defensa de su esposo y dijo que el ex funcionario kirchnerista “fue detenido para hacer un show mediático”.
Durante el programa de televisión "La Noche de Mirtha”, Minnicelli, en reiteradas oportunidades aseguró que De Vido “es inocente”, “en ninguno de los casos” en que la Justicia lo investiga es culpable y “tiene una condena mediática sobre su cabeza que casi es más grave que tener una condena penal”.
“(De Vido) nunca evadió impuestos ni tiene ninguna cuentas off shore y por eso no se puede probar un delito económico. No hay delito económico porque eso es la corrupción”, remarcó la esposa del ex ministro kirchnerista en el programa que conduce La Chiqui.
Uno de los momentos más incómodos para Minnicelli fue cuando Mirtha insistió sobre las sospechas de corrupción contra el exministro de Planificación Federal: "¿De Vido puede ser el próximo arrepentido del país?", disparó Legrand. La esposa, entonces, le respondió con otra pregunta: "¿Arrepentido de qué?".
Sobre el caso del ex secretario de Obras Públicas kirchnerista José López, que fue descubierto mientras arrojaba bolsos con 9 millones de dólares en un Convento de la localidad de General Rodríguez, la esposa de De Vido dijo: “Fui dos veces. Mi marido fue conmigo, me acompañó cuando falleció mi hijo, al Convento a ver a la madre Alba”.
“Hay detenidos express y también hay sobreseídos express”, agregó Minnicelli, al criticar el procedimiento del Poder Judicial en la detención de su marido.
"Julio nunca fue rehén de (la ex presidenta) Cristina (Kirchner), pero en el peronismo lamentablemente hay mucha verticalidad", sostuvo la abogada, en referencia a por qué nunca salió a dar explicaciones sobre las imputaciones que tiene su marido por causas de corrupción.
Vale recordar que De Vido está detenido en la cárcel de Marcos Paz en el marco de la causa por supuestas irregularidades en la importación del Gas Natural Licuado y por el presunto desvío de fondos destinados al Yacimiento Carbonífero Río Turbio, mientras se lo está sometiendo a juicio oral y público por la tragedia de Once, que dejó 52 muertes el 22 de febrero de 2012.
