Rodrigo Jara contó detralles en LAM de su trabajo como policía infiltrado en marchas de piqueteros.
El bailarín que acompaña a Mariana Genesio Peña en la pista aclaró su pasado en el servicio de inteligencia de la provincia, donde investigó los casos de Julio López, la bailarina quemada con ácido y manifestaciones sociales.
Rodrígo charló con Ángel De Brito y le dijo que “fui albañil y policía. Lo cuento como algo normal porque fue parte de mi vida. Empecé de grande a bailar, a los veinte, como un hobby. Era policía y trabajaba en el servicio de inteligencia. Se puede contar todo”.
“Trabajaba en el servicio de inteligencia de la provincia de Buenos Aires. En ese momento la división se llamaba prevención del delito porque la palabra inteligencia no estaba bien vista y le cambiaron el nombre”, aclaró el joven bailarín.
Jara explicó que “trabajaba de civil. Tenía barbar, arito, pelo largo, te dejaban tener tatuajes. Cuanto menos parecieras policía, mejor. En ese momento, cuando entré a trabajar en la policía, había explotado el tema de los piquetes, en 2006. Uno de los trabajos que teníamos era infiltrarnos en las manifestaciones para ver qué era lo que querían y cuánto tiempo se iban a quedar, si se iban a ir a otro lado y quién encabezaba la marcha. Eso lo informábamos a La Plata, a la superintendencia. El tema era que nadie podía saber que era policía”.
“Nunca estuve en peligro. No tuve un enfrentamiento armado. Estaba armado, tenía todo el tiempo el arma reglamentaria pero nunca tuve que usarla. El trabajo estaba bárbaro. Muy bueno de verdad”, reconoció Rodrigo.
El bailarín recordó haber participado “en el caso de una bailarina de Showmatch que le habían quemado la cara con ácido. Yo participé en la búsqueda del exnovio, que de hecho lo habíamos encontrado y, después de muchas investigaciones, pero por cuestiones burocráticas de una orden de detención quedó libre”.
“También estuvimos haciendo muchas escuchas con el caso de Julio López. El trabajo era muy interesante. Lo que hace que me fuera de la fuerza es todo lo que rodea eso, que te hace sentir que no pertenecés ahí”, cerró Jara.
