Fede Bal pasa la cuarentena en una casa que compró junto con su madre, Carmen Barbieri, mientras regresa a la actividad de a poco, luego de anunciar que tenía cáncer de intestino y de comenzar el tratamiento. Si bien, el actor conserva su departamento, prefirió atravesar el aislamiento en esta vivienda con jardín y pileta que, según lo que reveló en Los Ángeles de la Mañana, perteneció a un “grande” de la música nacional.
“¿Nos podés mostrar un poquito de tu casa nueva?”, le pidió Ángel De Brito en la entrevista que le hicieron para LAM.
“Ese cuadro es de IronMan, yo soy fanático de Marvel. Acá me armé un estudio de radio, acá atrás tengo la Play con una tele ahí. Acá tengo una segunda compu, que estoy editando unas cosas con mi Mac y por si viene alguien a laburar. Todos los viernes salgo ahí en Late 93.1 y estoy armando algo muy lindo dentro de poco”, empezó explicando Fede desde su escritorio.
Luego, el actor se dirigió a otro ambiente, donde ubicó su biblioteca: “Mirá qué lindo esto que armé acá, me puse las pelis todas ordenadas, acá están las dos películas que hicimos, fotos, todos mis archivos de series, de juguetes… Mirá, ahí tengo toda la colección de ‘Toy Story’…”, prosiguió.
“¿Hay algo favorito que digas ‘Esto es lo que más me gusta’?”, le consultó Ángel.
“Y, acá tengo algo muy lindo, mirá, que está como en un lugar hermoso en mi vida, que fue el haber ganado (muestra el trofeo por haber salido primero en el Bailando 2015). Y después haber salido segundo, acá, más chiquito. Acá además están todos los guiones que hicimos y mirá, acá tengo agua bendita, porque fui a ver al Padre Ignacio, y tomo a veces agua bendita. Él me dice que me voy a curar si lo hago. Soy judío, pero me abrazó y me dijo ‘Vas a estar bien’. Acá está el cuarto y abajo está el parque”, siguió Fede con su recorrida, para luego bajar por las escaleras a la planta inferior, donde mostró su espacio musical.
“Me conecté con la música de vuelta y me armé una salita acá abajo, donde tengo mi batería electrónica, acá tengo una batería acústica, con un parlante, con todo”, indicó.
“Es una casa de película, impecable, divina re diseñada, blanca total”, la elogió Mariana Brey.
“¿Cómo la eligieron?”, quiso saber Ángel.
“En esta casa vivía un grande que era la familia de Luis Alberto Spinetta, así que tiene como una magia también, tiene su historia. Así que con Mamá la compramos. A veces hago algunos asados en la parrilla. Por suerte, esto me agarró en un lugar, no en mi departamento, que lo sigo teniendo, pero puedo venir a hacer la cuarentena acá, que da un poco de vida. Yo pienso a veces en mi vieja, que está en un departamento y es súper terrible”, se lamentó Fede.
Luego, ante la pregunta del conductor de LAM si es que alguien lo visita, el actor manifestó: “No me viene a ver nadie, Ángel, soy un paciente de súper riesgo. Hago pedidos por teléfono, me llevan, tengo unas huertas orgánicas que me traen todo. ¡Ustedes no saben cómo están mis amigos esperando que me cure para volver a hacer fiestas! Va a ser como cuando uno se casa: tres días de joda”, anticipó.
“Fede, cuando te recuperes y se termine la cuarentena, quiero ir a tu casa y pisar esas baldosas que piso Luis Alberto (risas). Amo a Spinetta y, de verdad, ¡qué energía vivir ahí!”, le pidió Karina Iavícoli.
“Ahí tenés un curro, cobrá, Fede. Pisá el pasto de Spinetta por una luca”, le sugirió Ángel, lo que provocó las risas de todos.
