China Suárez y Benjamín Vicuña son la pareja más bomba del año. Atrás quedaron los escándalos, ahora ya piensan en vivir juntos en el barrio privado San Jorge, en una casa que alquilaron para poder recibir también a los tres hijos que el actor tiene con Pampita.
Recién llegados de Europa, donde se supone que se casaron en secreto (en Londres o en París), la pareja fue abordada por la prensa, ansiosa por obtener la confirmación de una boda digna de una película romántica.
Pero La China no estaba del mejor humor. Con su hija en brazos, pidió por favor que no la grabaran, ya que como es bien sabido, ni ella ni el padre de la pequeña, Nicolás Cabré, quieren mostrar a Rufina frente a cámaras.
El que tuvo un gesto más que elocuente para con la prensa fue Benjamín. Al ser interrogado acerca de la boda secreta, en lugar de negar la situación, se acercó a la cronista de Los ángeles de la mañana, le dio un beso en la mejilla, sonrió y regresó al vehículo a bordo del que abandonó el aeropuerto.
¿Confirmación?
