Alberto le propone a Blanca que se atienda con un psicólogo. Ella no quiere y comienza con una nueva crisis de nervios que la lleva a terminar con la vida de su marido. Blanca fue detenida después de haber pasado casi 20 horas al lado del cadáver de su marido. Las pericias psicológicas demostraron que padecía un severo cuadro de esquizofrenia. Según sus relatos a los forenses escuchaba voces y esas mismas voces le ordenaron matar a su marido. Resultó inimputable. Permaneció 9 años en un instituto neuropsiquiátrico del interior del país y salió en libertad a principios de 2004. Actualmente vive con su hermana.
Mujeres asesinas
