Marta Sánchez llegó a Bailando como una de las grandes figuras de la partida, sin embargo, con el correr de las emisiones y sus constantes viajes a España, terminó por diluirse en medio de otros participantes que, aunque locales, resultaron más mediáticos.
Anoche, la española llegó a la pista dispuesta a demostrar sus dotes para la Salsa pero el jurado terminó por bajarle el pulgar y apuntándole que había quedado opacada por sus bailarines: Joel Ledesma y Jorgito Moliniers.
Aunque muchos notaron que estaba ofuscada y hasta se dijo que, tras bambalinas, anunció que renunciaba al programa, cuando se enfrentó a las cámaras que la esperaban fuera del estudio, negó las versiones pero hizo una particular advertencia a la producción del ciclo.
Para rebatir las críticas del jurado, increpó a los periodistas: “Bailé súper bien, bailé genial ¿No?”, pero cuando le preguntaron por su evidente malestar, agregó: “Son unos pesados, hablando de tonterías; a mí no me gusta estar en la tele y que se hable de peleas, a mí me gusta hablar de bailar y de amor”.
Ya refiriéndose a su desempeño en la pista, disparó: “Si me siguen votando así porque bailan mal los bailarines, pues no lo veo justo”, dijo endilgándole la responsabilidad del puntaje a sus compañeros.
La frutilla de la torta fue el polémico aviso que Marta hizo respecto a la posibilidad de duelo y sentencia: “Dije que me tenía que ir mañana porque mi hija me está esperando desde el 1ro. de agosto para las vacaciones, porque luego comienza la escuela en Miami. Mañana me voy porque tengo que darle unas vacaciones a mi hija; así que si voy a duelo y a sentencia, no voy a estar”.
Según las reglas de Bailando, los famosos no tienen ninguna posibilidad de reemplazo, por lo tanto, Marta Sánchez iría directo al teléfono en caso de quedar sentenciada.
