Leo Rosenwasser se convirtió en protagonista de un escándalo cuando salieron a la luz los mensajes que le enviara a su exmujer. En el material, se escucha al humorista gritando e insultando a Raquel Bermúndez, a quien también amenaza con quitarle los hijos que tienen en común.
En medio de la polémica, Rosenwasser hizo su descargo. En Nosotros a la mañana, charlaron con él. Sin embargo, todo terminó de manera extraña. Antes que nada, se disculpó por haber gritado a su exmujer: “Pido disculpas; no me gusta verme gritando a nadie, me avergüenzo de verme gritando, pero es hastío, es tener los huevos por el piso. Cualquiera se puede sacar ¿Nadie tiene un día de furia? Yo lo tuve”, confesó.
Sin embargo, el cronista le recordó que él se había defendido acusando a su ex de “borracha”. Pero en lugar de retractarse, redobló la apuesta: “Esa es la verdad, es la otra cara de la historia. Todo un verdadero quilombo”.
En medio de la nota, el humorista recibió el llamado de uno de sus hijos para pedirle explicaciones acerca de lo que estaba ocurriendo. Cortó rápido la conversación e inició un extraño intercambio de palabras con el notero: “¿Que querés que te le dé explicaciones a mi hijo con la cámara acá y con el micrófono… Yo empecé en la tele antes que vos, ¿Que querés, que te reproduzca la charla con mi hijo con el micrófono acá para que te suban el sueldo?”.
Fue entonces que el cronista le dijo que si sus hijos le pedían explicaciones era porque él había hablado mal de la madre en la televisión, argumentando que ella tenía problemas con el alcohol: “Estoy diciendo lo de la madre como parte de la verdad, la otra parte, ¿o que te creés? ¿qué me puse a gritar porque soy un loquito al que le gusta gritar?”.
