Un comerciante resultó herido de un balazo en una mano y recibió golpes en distintas partes del cuerpo cuando se resistió al robo en su zapatería del barrio porteño de Flores, y en el forcejeo murió el asaltante que golpeó contra una de las vidrieras del negocio, informaron fuentes policiales.
El hecho se registró a las 11.50 del jueves en la zapatería Muglia, ubicada en la calle Membrillar 25, a metros de la avenida Rivadavia, en pleno centro comercial del barrio de Flores.
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Fuentes policiales informaron a Télam que todo comenzó cuando un hombre de unos 65 años ingresó al local simulando ser un cliente, pero a los pocos segundos extrajo un arma de fuego y amenazó al dueño, llamado Juan Muglia, a quien le exigió que le entregara el dinero.
Aparentemente, en ese momento, el comerciante le entregó el dinero que tenía y el delincuente pretendió llevarlo a la parte trasera del local, con intenciones de dejarlo maniatado.
En esas circunstancias, el dueño de la zapatería aprovechó un descuido y pretendió resistirse, por lo que se trabó en lucha con el ladrón, quien le disparó un tiro que impactó en la mano izquierda de su víctima.
Pablo Torres, amigo y abogado del comerciante, relató a la prensa que Juan tomó "el arma por el lado del cañón, se disparó y le produjo una herida de arma de fuego en la mano".
Según las fuentes, el forcejeo continuó hasta que ambos chocaron contra la vidriera del negocio, tras lo cual el delincuente quedó inconsciente.
Este viernes, en Noticiero Trece, Ignacio González Prieto contó: "Se confirmó en la morgue judicial de la Ciudad de Buenos Aires que el delincuente falleció por una muerte súbita, por un ataque al corazón en el medio de la pelea. Esto se corresponde con lo que dijo la víctima, el zapatero, de que en un momento el ladrón perdió la fuerza y se debilitó".
"¿Por qué le sucedió? Porque tenía una patología de base, una miocardiopatía que le generó una congestión que lo llevó a un edema pulmonar. A las personas que tienen este tipo de antecedente cardíaco, ante una situación de estrés y de fuerza extrema como es una pelea, les sube la presión, la frecuencia cardíaca y el corazón débil no resiste. Por lo tanto, mueren", cerró el periodista especializado en policiales.
