Alberto, de oficio vendedor ambulante, se cruzaba cada mañana con Nilda, pasajera de una de las líneas donde trabajaba y que le robó el corazón. Así comenzó uno de los episodios más emotivos de Ojos que no ven.
Al comienzo del programa, Nilda se había presentado como una mujer en busca de una “oportunidad”. Estaba sola hace muchos años y decidió aceptar la invitación de Ojos que no ven para descubrir quién era el hombre que la cortejaba. Venía de una relación con Julio, que la dejó por WhatsApp y le rompió el corazón.
Alberto, del otro lado del estudio, declaró que estaba perdidamente enamorado de ella desde la primera vez que la cruzó en el colectivo. “Quedé flechado”, confesó.
Durante todo el programa, ambos hicieron mención a que estaban listos para el amor, luego de tantos años de intentar estar en relación estable.
Cuando llegó el momento cúlmine, el rostro de Nilda mostró una visible emoción y sorpresa cuando lo vio a Alberto del otro lado, que no sacaba sus ojos de ella. “Nunca me imaginé que era él”, confesó la mujer.
“Te quiero”, le dijo con honestidad y simpleza Alberto. “ Es tan tierno, es tan bello quererse que a veces uno no se da cuenta de que pasa. Di muchas vueltas para encontrarte, anduve por todos lados y acá estoy”, le confesó el vendedor ambulante.
Tras los mensajes de aliento de Azul, la única hija de Alberto, y Nora, la amiga de toda la vida de Nilda, llegó el momento de la decisión.
Y contra cualquier pronóstico, la historia de amor más emotiva terminó con un beso apasionado que selló el destino de los dos corazones.
