Vergüenza. Ese fue el sentimiento de la mayoría de los argentinos tras la suspensión del partido revancha que River y Boca debían disputar en el Monumental, por la final de la Copa Libertadores.
Tras el bochorno en Núñez, el partido más importante en la historia del fútbol argentino, se debió disputar en el Santiago Bernabéu de Reql Madrid.
Periodismo Para Todos presentó un informe sobre la estrategia que aplicó España para errdicar la violencia en el futbol.
Según el Diario deportivo Marca, en materia legislativa, desde 2007 rige una nueva Ley "contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte" aún más dura que la anterior. Esta Ley contempla importantes multas a los aficionados que incumplan las normas de comportamiento en un estadio o en sus alrededores.
La cuantía de la multa puede ir desde 150 a 3.000 euros, en caso de infracciones leves, y de 3.001 hasta más de 60.000 euros, en caso de infracciones graves.
Esta Ley, muy criticada por todos los grupos ultras pero también por peñas y aficionados de marcado carácter pacífico que han recibido durísimas sanciones administrativas, no ha servido para terminar con los grupos más radicales, pero sí ha reducido considerablemente sus actos violentos.
