En los Oscar se ve mucho glamour, pero tenía que llegar alguien como Guillermo Francella para aportarle muchísimo humor a la ceremonia. Se hablaba mucho de que iba a decir su histórica frase "A comerla" en caso de ganar el galardón, pero no tuvo la oportunidad. Igualmente después se la dijo a Catalina en una nota para el noticiero.
Pero no sólo habló con humor, también estuvo muy emotivo. Catalina e Iván lo fueron a buscar al aeropuerto para trasladarlo al hotel en el que se hospedaría, y en el camino hablaron de tema que le hicieron sacar lo más lindo de su corazón: el recuerdo de su padre y Racing, el club de sus amores.
