Cuando terminó el reggaetón y Marcelo Tinelli anunció que el ritmo que continuaba era el clásico todos comenzamos a imaginar cómo sería la coreografía de Alberto Samid. Y el día de esa esperada danza llegó y marcó uno de los momentos que quedará en la historia del Bailando, ya que la desfachatez del empresario de la carne hizo estallar de la risa a quienes fueron testigos del hecho.
Con pasos poco ortodoxos como el aleteo frenético y saltitos que ni el mejor Silvio Soldán pudo ensayar en su carrera, este verdadera revelación del ballet mostró una nueva manera de interpretar la 5ta. Sinfonia de Ludwing Von Beethoven. No estuvo solo en la faena, ya que contó con el excelente acompañamiento de su bailarina, Sofía Macaggi.
Lo vanguardista de la actuación de Samid, que comenzó y terminó simulando ser un pianista, dividió al jurado por completo, aunque se hizo de 25 puntos, lo que hace presumir que podría quedar fuera de la zona de sentencia.
“Me gustó la previa, pero con el baile no vas a ningún lado. Lo más lindo de la coreografía fue el piano. Me pareció un horror”, lo defenestró Ángel de Brito (0). En cambio, Nacha Guevara (10) se fue al otro extremo: “Para mí ha sido algo extraordinario, por la alegría y el sentido del humor. Tuvo encanto”. Moria Casán (10) coincidió: “Fue un número antológico, no paré de reír. Estás ocupando un lugar sensacional de cómico, Alberto. Que nos hagas reír es un bálsamo. Fue una obra de arte”. Solita Silveyra (voto secreto) le agradeció a Samid “que haya hecho reír tanto a Nacha” y valoró su esfuerzo: “Estás poniendo todo lo que tenés. Te felicito, Sofía. Fue un placer”. Por su parte, Marcelo Polino (5) analizó: “Voy a rescatar que aportaron alegría. De danza hubo poco, pero trajeron alegría”.
Mirá el comentadísimo baile de Alberto y Sofía en el video que las autoridades del teatro Colón ya mismo deberían agregar a su archivo histórico.
