Aunque la Justicia uruguaya había emitido un pedido de captura por presunto lavado de dinero y por inyectarle fondos a The Old Fund (la sociedad holandesa que en 2010 controló a la nueva Ciccone), a través de Dusbel, Sociedad Anónima constituida en el país oriental, Alejandro Vandenbroele no se había presentado a declarar.
Por tal motivo, la policía lo buscó en cada uno de sus domicilios hasta que, por fin, dio con el paradero del empresario, quien fue detenido en la provincia de Mendoza cuando llevaba a su hija a la casa de su exmujer, Laura Muñoz (quien sacó a la luz el vínculo entre Vandenbroele y Boudou).
Paralelamente, un diario digital mendocino publicó un video en el que se veía a Vandenbroele desfrutando de una sesión de spa en el mismo momento en el que se hacía público su pedido de captura.
