Los cómplices de Diego (Ludovico Di Santo) mantienen un silencio sepulcral. Ninguno de los dos piensa decir nada que pueda comprometer a su jefe, aunque esto signifique quedar detendidos. Ante esta situación, Ringo (Luciano Castro) pierde completamente los estribos y los amenaza con matarlos si no hablan.
Mientras tanto, Camila (Celeste Cid) y Anita, continúan secuestradas y la incertidumbre de saber si están bien puede provocar que el boxeador cometa una locura.
