El chip sexual es el último grito de la moda en materia de salud y belleza en Europa y Estados Unidos. Sin embargo, aún no se implementó en la Argentina y, por esa razón, son pocos los ciudadanos de nuestro país que lo tienen.
Carmen Barbieri es una orgullosa integrante de ese selecto grupo y no vacila a la hora de revelar detalles. En una charla íntima con María Laura Santillán se animó a contar su experiencia.
“Te da ganas de tener ganas”. Esa frase eligió Carmen para resumir en pocas palabras los efectos del chip. En ese sentido, insistió en que no se trata únicamente de sexo. Aunque es cierto que también incrementa el deseo: “Te dan ganas de terminar en la cama con tu pareja. Antes para mí el sexo era el último trabajo del día”, reconoció.
Para Carmen, el chip fue algo así como darse un gusto. “Es la primera vez que algo por mí y para mí”, reveló.
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