La consigna era clara: hoy todas las mujeres estaban de luto. Todas lloraban las muertes de aquellas que había muerto por su condición de mujer. Y por eso, salieron a las calles vestidas de negro, bajo una misma consigna —miércoles negro— y con un mismo reclamo: "Ni una menos".
A las 13, muchas mujeres se sumaron al cese de actividades laborales para participar de un paro y, ya sea en sus lugares de trabajo, en las calles o a través de las Redes sociales, formar parte de una jornada histórica, un grito mancomunado: basta de violencia de género, basta de femicidios.
A las 17, la oscura masa de mujeres se reunió en la Plaza de mayo, epicentro del reclamo. Bajo una lluvia torrencial que no amedrentó a ninguna de ellas y bajo sus paraguas, avanzaron por en dirección al Obelisco. Muchas de ellas, víctimas de violencia de género, compartían sus historias, otras simplemente estaban allí, presentes, haciendo propio el sufrimiento de las otras.
Entre las asistentes al miércoles negro estaba Adriana, la mamá de Lola Chomnalez, la joven argentina asesinada en Uruguay durante sus vacaciones. Un crimen que, hasta el momento, sigue impune. Emocionada, con la voz quebrada, la mujer celebró la marcha y confesó que, al ver a todas esas mujeres unidas, ya no sentía sola.
La cobertura de la marcha Ni una menos, vivas nos queremos en el marco del Miércoles negro, fue realizada por un equipo de Telenoche encabezado por todas sus cronistas, quienes vestidas de negro capturaron las historias más conmovedoras de la jornada.
