Poco a poco salen a la luz los bienes que forman parte de la cuantiosa fortuna de Lázaro Báez, dinero ligado directamente a La ruta del dinero K. Se descubrieron automóviles de lujo y más de 150 propiedades. Pero la búsqueda del dinero sigue en marcha.
En el marco de los allanamientos a las casas y estancias de la familia Báez, uno de los operativos que se está llevando a cabo en estos momentos llama por demás la atención: en una de las estancias de Lázaro ubicada en Calafate, hay una excavadora buscando el dinero bajo tierra.
Luego del testimonio de Leo Fariña, se estima que "el tesoro K" podría estar enterrado en esos terrenos. De hecho, a la Justicia le llamaron mucho la atención dos tachos erigidos en medio de la nada, como marcando algo ¿Estará allí el dinero?
Además, en cercanía de esta "marca" se encontró un hueco que parece haber sido tapado recientemente. Pero no es lo único que llamó la atención durante el operativo: la policía irrumpió a la estancia por el quincho, donde se encontró con excesos y lujo: por ejemplo, una parrilla construida en 2010 en acero inoxidable pero que nunca fue utilizada.
Sin embargo no fue el único hallazgo de la Justicia que coincide con el testimonio de los testigos. En otra de las estancias de Báez, ubicada en Río Bote, se encontró una bodega subterránea, la misma que describió Fariña y también la señora Pola, una lugareña que tuvo la oportunidad de conocer la propiedad por dentro.
La bodega presentaba las mismas características que la descripta por los testigos: ubicada en un subsuelo a la que se accedía por una escalerita muy linda. Según Fariña, allí, junto a los vinos y el champán preferido de Báez, se escondía parte del "tesoro k".
