Las evidencias muestran que Eva Perón, poco antes de su muerte, el 26 de julio de 1952, fue sometida a una lobotomía prefrontal, que se le practicó en el más absoluto secreto. No sólo Eva nunca supo de esta operación, sino que tampoco, que un norteamericano estuvo a cargo de la intervención quirúrgica. El dato no es menor, ya que era una época muy antinorteamericana y antiextranjera.
En los primeros meses de 1952, la salud de Evita estaba muy deteriorada. Con el cáncer de cuello de útero declarado, el dolor era inoportable. Frente a esta terrible situación, Perón le suplicaba a los médicos que hicieran todo lo que estuviera a su alcance para que su mujer no sufriese.
¿Cómo fue la lobotomía? A través de dos orificios en el cráneo, se introdujo un leucótomo en cada lóbulo frontal, con el objetivo de seccionar las fibras nerviosas vinculadas con las emociones del dolor.
Según la investigación, la operación fue en la habitación de Eva Perón en el Palacio Unzué, en junio de 1952. Hay muchas historias y recuerdos que aseguran que se habían acondicionado algunas habitaciones para la operación y los cuidados médicos posteriores de la paciente.
Hasta allí llegó un reconocido neurocirujano norteamericano, James L. Poppen, célebre por haber operado a John F. Kennedy de una hernia de disco en 1943. El doctor Poppen habia sido enviado por la Lahey Clinic Foundation, por pedido de Juan Domingo Perón: hay archivos que dan cuenta del viaje.
La instrumentista Manena Riquelme, entre otras fuentes, confirmó la operación. Confidente de Poppen, la mujer aseguró que el doctor le confirmó la realización de la intervención, aunque estaba preocupado, al mismo tiempo, de que no se divulgara la intervención. A su vez el doctor Gerwin Neumann, estrecho colaborador de Poppen, aseguró que Eva sentía mucho dolor, y que la operación duró unos 10 ó 15 minutos. Se supo además que hubo guardias presidenciales dentro del "quirófano" donde se internivo a Eva, por cuestiones de seguridad.
Tras la muerte de Evita, Poppen viajó a la Argentina para visitar a Perón, que lo condecoró con la Orden de Mérito, en 1954. La "amistad" entre ambos, que como vemos se extendió tras el fallecimiento, fue también un secreto de estado.
Como lo muestra un documento confidencial y secreto de los Estados Unidos, desclasificado para Telenoche, antes de viajar a la Argentina, Poppen le pidió una entrevista al entonces presidente norteamericano Dwight Eisenhower, para llevarle un mensaje de buena voluntad a Perón. La respuesta de la Casa Blanca fue que, ante los rumores de que Perón tenía un tumor cerebral, la visita del prestigioso médico podría haber dado lugar a nuevos rumores y especulaciones.
Las revelaciones sobre la vida y la muerte de Evita siguen siendo fuente de sorpresas y polémica.
Lobotomía, la escalofriante revelación sobre Evita. Segunda y última parte del informe de Nelson Castro
